viernes, 24 de enero de 2014

Dedicado a todos nuestros afectos, que hoy ya no están...


Cuando yo me vaya, no quiero que llores…quédate en silencio…sin decir palabras…y vive recuerdos…reconforta el alma…

Cuando yo me duerma, respeta mi sueño…por algo me duermo…por algo me he ido…

Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada…y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa…búscame en mis libros…búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurado…

Ponte mis camisas…mi sweater…mi saco…y puedes usar todos mis zapatos…
Te presto mi cuarto…mi almohada…mi cama…y cuando haga frío, ponte mis bufandas…
Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que dejé guardado…
Escucha ese tema que a mí me gustaba…usa mi perfume…y riega mis plantas…

Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima…libera tu alma…palpa la poesía…la música…el canto…y deja que el viento juegue con tu cara…

Si me extrañas mucho, disimula el acto…búscame en mis afectos…el café…la radio…y en el sitio ése donde me ocultaba….

Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga…grita con la fuerza de toda tu entraña que el mundo está vivo y sigue su marcha…

La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más…
Los hombres que “viven” no se mueren nunca…se duermen de a ratos…de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa…


Cuando yo me vaya, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto…
Y aunque no me veas…y aunque no me palpes…sabrás que por siempre estaré a tu lado...

Entonces…un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme...




No hay comentarios:

Publicar un comentario