miércoles, 2 de marzo de 2011

Simplemente te invito a caminar...

Es probable que no me vuelvas a hablar...pero ya antes sentía tu ausencia y ahora ya no sentire molestia...
Es probable que incluso ahora si puedas odiarme...pero esta bien, te pedi tantas veces que lo hicieras que perdí la cuenta...
Es probable que ya no te interese que pienso o que siento... pero esta bien, de todas maneras nunca me daba cuenta...
La verdad no me siento alegre...pero era necesario...ya que a veces las decisiones mas importantes duelen tal vez demasiado...
En realidad no tengo muchas cosas que decirte...creo que se me acabaron las palabras hace tanto tiempo...
Eres como una espina que me recuerda alguna culpa en una parte de mi corazón...pero la quitare...

Pensar en el pasado nunca funciona...por más que quieras solo recordar, revives las situaciónes y el dolor.
Por eso es mejor dejarlos en el pasado...algunas cosas nunca volveran y otras tantas no me gustaría que volviesen...

Hay que entender, perdonar y aceptar...

Y seguír caminando...nunca estancarte...
Porque es lo peor que podria uno hacer...el mundo no se detendra por nadie y tu perderas muchas cosas...mas de las que ya perdiste anteriormente...

Simplemente te invito a caminar...



Cuando él la vio a ella...

La vio por primera vez, una noche de diciembre en el lugar menos esperado. Ella iba acompañada de amigas, pero ninguna le causo tanta impresión, como se la había causado ella. Desde el primer momento que la vio, sintió que necesitaba conocer a esa mujer, que parecía tan segura de sí misma, femenina y arrogante, con el caminar altivo. Ella representaba todo lo que había deseado, en su mundo imaginario del amor.

Después de un corto flirteo, hubo la oportunidad de cruzar palabra. Al parecer, en ese instante surgió una atracción de ambas partes, pero con la diferencia que él estaba a punto de entregar su corazón, y ella solamente su cuerpo aunado a su razonamiento objetivo, de ver la futura historia como una simple aventura prolongada.

Con el correr de los días, sintió lo que era realmente la entrega, sin condición y sin espera alguna. El entregarse a ella, fue la toma de decisión más importante en su vida, ya que trastocaría la manera de percibir el mundo. Al fin despertaba en él, el sentimiento más maravilloso que podía existir y que realmente jamás había sentido, todo lo antes parecido era una falacia comparado con este nuevo sentir.

A partir de ese día, su vida se transformo en un cúmulo de sentimiento, de esperanzas, pero también de desazones…

Mil veces pasaba por su cabeza la pregunta,
“¿Como pudo entrar a mi vida de esa forma; quien le dio permiso?”
Y la respuesta era siempre la misma,
“No lo sé, no sé que me ata a ella con tanta vehemencia… pero si lo decido la puedo sacar de mi vida”
Pero se engañaba… el deseo lo vencía más que el razonamiento.

¿Cómo era posible que se pudiera sentir tanto amor por una persona en tan corto tiempo?
No lo sabía, pero tampoco le importaba, lo único que deseaba era estar a su lado. Disfrutarla, mirarla, sentirla, percibir su aroma y escuchar su voz por mucho tiempo… para que en el momento de separarse, todas esas sensaciones permanecieran en su cuerpo y en su memoria, instauradas como huellas mnémicas.

El simple hecho de pensar en ella, le electrizaba el cuerpo. Cuando estaba con ella su corazón no dejaba de decirle que estaba vivo, su mente volaba llevándose la razón para darle paso a la creatividad y así poder sentir y disfrutar hasta los poros de su piel. Su cuerpo y su alma le agradecían este regalo tan maravilloso. Estar con ella era una explosión de locura, una expansión de sensaciones vibrantes, una puerta al cielo.

Aun estando solo, el solo hecho de pensar que la amaba, era estar en el limbo.
Ella, no podía comprender su forma de entregarse, era incrédula a este sentir. Pero lo que no sabía, era que la consagración abrumadora era por ella, y que gracias a su existencia descubría día a día su capacidad de amar.
Estaba dispuesto a todo por ese ser amado, pero la realidad se le salio de las manos, amaba una utopía al margen de la intelectualidad, y era inasequible. Pensaba que otorgando más amor incitaría amor en ella… fue imposible, ni con todas las acciones persuasivas, lo logro.

Cuantas veces deseo que le pidiera que no se fuera, anhelo que lo extrañara, que lo necesitara y que no lo matara en su consciencia.

La historia no se pudo salvar, estaba destina al efímero mundo del olvido

Aun a pesar del desamor del ella, él siempre se sintió ganador porque pudo entrar al mundo sublime del amor.
Con las cosas más bellas guardo su recuerdo y decidió sacarla de su alma hasta el día que se fuera de este mundo.




La cuestión es la siguiente:

¿Por qué ese modelo de amor perdura?

¿Por qué a pesar de que en muchos casos se establecen nuevas situaciones y hasta se descubren nuevos “objetos amorosos”, la imagen, el concepto y el nombre de ese amor no correspondido parece fijarse en nuestra mente como un fantasma rebelde?

Esto se debe a que la mayoría de gente nunca supera el amor erótico (la fusión con el otro), creyendo equivocadamente que es el amor. El amor no correspondido es pasión en su forma más definida, pues está suspendida en la instancia del deseo, por consiguiente, deseamos lo que no tenemos hasta que lo tenemos.

He aquí la que podría ser la definición más acertada sobre el amor: El auténtico amor está al margen del objeto amoroso. No necesita de una relación con otra persona para justificarse, no implica un contrato de usufructo corporal.

Como diría el erudito en la materia Erick Fromm
“El amor no es esencialmente una relación con una persona específica, es una actitud una orientación del carácter que determina el tipo de relación de una persona con el mundo en su totalidad, no con un objeto amoroso”.