jueves, 30 de enero de 2014

La fabula del bambu japones...

Una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante…

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes:

Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente…
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable…
En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles…

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!...

¿Tardó sólo seis semanas en crecer?.

No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse…
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitiría sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años…




Cuando nos relacionamos con la gente, a veces pasa lo mismo…no somos conscientes de que para materializar nuestros deseos y sueños, no podemos encontrar soluciones rápidas…triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que este requiere tiempo

Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados a corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta…

Es tarea difícil convencer al impaciente de que solo llegan al
 éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado…

De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo…Y esto puede ser extremadamente frustrante!!...

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés…
Y aceptar que en tanto no bajemos los brazos, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí estára sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo…madurando

 Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice…

El
 triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros…
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia y tiempo…


viernes, 24 de enero de 2014

Dedicado a todos nuestros afectos, que hoy ya no están...


Cuando yo me vaya, no quiero que llores…quédate en silencio…sin decir palabras…y vive recuerdos…reconforta el alma…

Cuando yo me duerma, respeta mi sueño…por algo me duermo…por algo me he ido…

Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada…y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa…búscame en mis libros…búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurado…

Ponte mis camisas…mi sweater…mi saco…y puedes usar todos mis zapatos…
Te presto mi cuarto…mi almohada…mi cama…y cuando haga frío, ponte mis bufandas…
Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que dejé guardado…
Escucha ese tema que a mí me gustaba…usa mi perfume…y riega mis plantas…

Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima…libera tu alma…palpa la poesía…la música…el canto…y deja que el viento juegue con tu cara…

Si me extrañas mucho, disimula el acto…búscame en mis afectos…el café…la radio…y en el sitio ése donde me ocultaba….

Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga…grita con la fuerza de toda tu entraña que el mundo está vivo y sigue su marcha…

La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más…
Los hombres que “viven” no se mueren nunca…se duermen de a ratos…de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa…


Cuando yo me vaya, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto…
Y aunque no me veas…y aunque no me palpes…sabrás que por siempre estaré a tu lado...

Entonces…un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme...




martes, 7 de enero de 2014

Buscamos...


Ella se había sentado del otro lado de la mesa frente a mí…con la mirada fija y decidida, me dijo sin titubear…

“…Todos estamos buscando a alguien con quien compartir nuestros pensamientos…alguien con quien compartir nuestra cama…
Y yo se que si encuentro a alguien que no intente cambiarme…alguien que no tenga que culparme…alguien que no se beneficie a costa mía…alguien al que no necesite todo explicarle….habré encontrado a quien amar…”

Yo, totalmente asombrado y sorprendido por tal declaración, había entendido cada palabra y los significados ocultos detrás de las mismas…
Y le respondí sin titubear…

“…Todos estamos buscando, eso es todo lo que se…
Yo se que si encuentro a alguien que me de calor cuando la lluvia empape mi ropa…una mano que sostener cuando llega la noche…alguien que esté ahí cuando sea viejo...alguien que no me desacredite…alguien que me ame con las luces encendidas…habré encontrado a quien amar…”

Ella, como si supiera que decir, como decirlo, y cuando decirlo, me respondió…

“…Entonces mantelo cerca…porque sabes que el amor viene rápido y si lo descuidas, luego se va…”

No había mucho que decir…solo atine agregar…

“…lo sé…y también sé que hay que tener cuidado querida, porque justo aquello que te complete puede ser aquello que te destruya…”

Ella con una sonrisa, me dijo…

“…Hay que hacer sacrificios y correr riesgos, para ganar…”

Yo, totalmente sorprendido, ya no tenía nada más que decirle…era momento de comenzar a hacer….