sábado, 24 de marzo de 2012

La Princesa y el plebeyo

Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. 

Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero claro al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también se fue.
Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven.Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. 
Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días.
La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. 
Entonces le había dicho al rey:

- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de verdad me quiere.


El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él.
Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro y se marchó. Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:

- Hijo querías tanto a la princesa...estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudiste aguantar un día más?

Y el hijo contestó:

- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento, no merece mi Amor...¿verdad madre?

                                                                                                                  Jorge Bucay



Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento, el otro no lo hace, es porque todo se ha terminado...





4 comentarios:

  1. Cuando estas en una relación y el otro puede evitarte una mínima parte de sufrimiento, y entones ves que no lo hace...es muy evidente que ese otro esta mirando hacia otro lado. No te ve, no te siente y no se da cuenta que estás sufriendo, o dándose cuenta, no le importa.(eso es peor). En el cuento, el hombre fue muy inteligente en abandonar su ideal, en dejar atrás a su mujer idealizada al darse cuenta q ésta, no tenía un corazón noble. Tuvo mucha razón en reflexionar asi y tuvo mucho valor al levantarse e irse. Hay que ser muy VALIENTE para ser capaz de dejar atrás un gran amor. Sobre todo, hay que ser muy valiente para reconocer que algo en ese ser amado, no te haría feliz...y por eso alejarte.
    No es bueno, ni hace bien bajar la cabeza y dejarse lastimar en nombre del amor.

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  2. Es dificil a veces analizar las situaciones a las apresuradas...yo creo, y hablo por mi experiencia, que a veces uno puede dar otra oportunidad, marcandole a la otra persona que es lo que le esta pasando...si la situacion se repite, entonces si deberia uno armar sus valijas y marchar...aunque no es facil...los habitos bien arraigados mueren dificilmente...duramente...
    Pero es verdad tambien que nadie ha muerto de una enfermedad llamada amor...sera cuestion de respirar profundo, tener valor y desicion y salir en busqueda de un ideal mejor...no?

    saludos julieta!...gracias por visitar mi blog

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  3. Gracias a vos, por publicarme y responder!!.
    Que andes bien!.

    Saludos.

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  4. Es hermosa esta nota. Creo q cualquier palabra que diga al respecto, esta demas.

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