martes, 12 de noviembre de 2019

Pensalo bien superhéroe



Dar, a veces duele un montón...
Son esas veces que uno da para ser necesitado...
Da de más...
Da en exceso...
Da con intenciones de recibir algo a cambio...
Da para algo...

Esa gente que da tanto, cargándose cruces que no le pertenecen, ofreciéndose en cuerpo y alma para salvar al otro, para rescatar al otro, para curar al otro, da por miedo...
Miedo a que si no da, el otro no lo quiera...
Y si no lo quiere, el abandono acecha fuerte y con violencia la puerta de su casa...

Entonces uno da, cubriendo todos los espacios y urgencias del otro...
Se postula como imprescindible...
Como necesario...
Como indispensable...
Como el oxígeno para que pueda respirar...

Y el otro acepta...Claro que acepta...
Porque le resuelve...
Le sirve...
Le facilita...

A veces agradece...
Pero no pudiendo devolver semejante saldo, un día se planta frente a la banca y dice que se retira...
Sabe que no puede pagar esa cuenta...
Esa deuda que ni siquiera generó...

Un poco enojado y agotado, agobiado de ser rescatado, sin haberlo pedido, se saca de encima semejante presión con un simple basta...Se terminó...Yo nunca te pedí nada...

Y nuestro héroe del cuento, que en realidad, era una persona más, necesitando de amor, regresa con sus manos vacías...
Sin pena ni gloria...tragándose los sueños que fue ideando para decorarle el jardín al otro, sacando las cuentas para ver qué hueco le faltó cubrir, para que la otra persona no lo deje...

El héroe se equivoca...
Y si sigue dando, y dando y dando, siempre va a ser el hombre bueno, necesitado por todos, pero amado por ninguno...

Amar no es necesitar, superhéroe...
No tenes que dar nada...
Tenés que ser...Tan simple como Ser...

Porque a la gente, se la ama por lo que es y se la necesita por lo que da...
Y cuando uno deja de tener sed ya no necesita más nada...

Pensalo bien, superhéroe...
Que ser necesitado no tiene nada que ver, con ser amado...
Nada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario