lunes, 27 de mayo de 2013

él y ella...


Entonces él decidió escribir las horas que se le escurrían de la mesa…

Esperaba como espera cualquier hombre…lleno de ansiedad y una extraña sensación de abandono…
No podía permitirse una historia triste nuevamente…la cadena de corazones rotos ya era muy larga y él solo aspiraba a terminar con esa mala racha...

Ella lo observaba a través de la seguridad del cristal, no sabia y no quería saber que la mantenía anclada al otro lado de la acera…solo veía como aquel hombre tomaba el café y perdía la vista al techo…

Ella, la de los mil errores, no quería uno más…presentía que no podría lidiar con el dolor de un fracaso más…pues en sí, ya no tenía más corazón que romper, pero sabía que en este juego uno termina apostando lo que ya no tiene...

Él tomaba el café y después de cada sorbo soltaba un suspiro que liberara la tensión…
Él sabía lo que quería…la quería a ella…pero él no sabía si ella lo miraba de la misma manera…

Ese pequeño paréntesis de duda era más que suficiente para quebrar su espíritu…y todo era acentuado por cada minuto que pasaba y ella no aparecía...

Ella que fumaba cigarrillo tras cigarrillo observándolo y pensando:
“¿lo quiero?...¿O solo lo quiero querer?”…

Sabía que el tiempo convertía a la soledad en una pesada losa que no podía darse el lujo de cargar y mucho menos en tacones…

Entonces ella no entendía por qué no podía atravesar la acera…entrar en el café…y darle lo que él pedía…
Compañía…
Comprensión…
Afecto…

Porque al final, ella no sabía que quería aquel hombre que se encontraba sentado en aquel café del centro de la ciudad…
Realmente ella desconocía lo que quería…

Al final, ella se sentía ser solo una marioneta que era movida por las ganas de estar, de ser, de sentirse ese alguien de alguien más…

Entonces… ¿por qué no podía correr hacia él, cerrando los ojos y dejarse ir?...

Él, y las ganas de ser un todo para ella…y un silencio que le impedía decírselo…

Ella, y el miedo de no ser más ella junto a él...


Y viceversa…


3 comentarios:

  1. Entonces ella decidió escribir las horas que se le escurrían de la mesa…

    Esperaba como espera cualquier mujer…llena de ansiedad y una extraña sensación de abandono… No podía permitirse una historia triste nuevamente…la cadena de corazones rotos ya era muy larga y ella solo aspiraba a terminar con esa mala racha...

    Él la observaba a través de la seguridad del cristal, no sabia y no quería saber que lo mantenía anclado al otro lado de la acera… solo veía como aquella mujer tomaba el café y perdía la vista al techo…

    Él, el de los mil errores, no quería uno más…presentía que no podría lidiar con el dolor de un fracaso más…pues en sí, ya no tenía más corazón que romper, pero sabía que en este juego uno termina apostando lo que ya no tiene...

    Ella tomaba el café y después de cada sorbo soltaba un suspiro que liberara la tensión… Ella sabía lo que quería…lo quería a él…pero ella no sabía si él la miraba de la misma manera…

    Ese pequeño paréntesis de duda era más que suficiente para quebrar su espíritu…y todo era acentuado por cada minuto que pasaba y él no aparecía...

    Él, que fumaba cigarrillo tras cigarrillo observándola y pensando: “¿la quiero?...¿O solo la quiero querer?”…

    Sabía que el tiempo convertía a la soledad en una pesada losa que no podía darse el lujo de cargar y mucho menos en ese momento…

    Entonces él no entendía por qué no podía atravesar la acera…entrar en el café…y darle lo que ella pedía… Compañía… Comprensión… Afecto…

    Porque al final, él no sabía que quería aquella mujer que se encontraba sentada en aquel café del centro de la ciudad… Realmente él desconocía lo que quería…

    Al final, él se sentía ser solo una marioneta que era movida por las ganas de estar, de ser, de sentirse ese alguien de alguien más…

    Entonces… ¿por qué no podía correr hacia ella, cerrando los ojos y dejarse ir?...

    Ella, y las ganas de ser un todo para él…y un silencio que le impedía decírselo…

    Él, y el miedo de no ser más él junto a ella...

    Y viceversa…

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  2. "..Ella lo observaba a través de la seguridad del cristal, no sabia y no quería saber que la mantenía anclada al otro lado de la acera.." Y así paso.. Es una Nota hermosa

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    1. Él tomaba el café y después de cada sorbo soltaba un suspiro que liberara la tensión…
      Él sabía lo que quería…la quería a ella…pero él no sabía si ella lo miraba de la misma manera…

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