jueves, 16 de enero de 2025

La leyenda del hilo rojo...


Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al dedo meñique.

Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos.
Por eso, también el hecho de hacer promesas en algunos países al entrelazar estos dedos con el otro.

La historia en sí cuenta que entre dos o más personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un «hilo rojo», que viene con ellas desde su nacimiento...
El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas...

Una de las leyendas sobre este hilo rojo cuenta que un anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.


Siendo menos fantasiosos, Paulo Coelho dijo:


“Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos…
Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella…
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre...
Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán, siempre, alcanzar un final feliz...
Hasta que cierto día dejará de intentarlo…se rendirán...y buscarán a esa otra persona que acabarán encontrando.
Pero les aseguro que no pasarán una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más…
Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estaban leyendo esto, les ha venido su nombre a la cabeza...
Se librarán de él o de ella, dejarán de sufrir, conseguirán encontrar la paz (la sustituirán por la calma), pero les aseguro que no pasará un día en que deseen que estuviera aquí para perturbarlos.
Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias”


Recuerden:

“UN HILO ROJO INVISIBLE CONECTA A AQUELLOS QUE ESTÁN DESTINADOS A ENCONTRARSE...
SIN IMPORTAR TIEMPO, LUGAR O CIRCUNSTANCIAS...
EL HILO ROJO SE PUEDE ESTIRAR, CONTRAER O ENREDAR, PERO NUNCA ROMPER”...


(-Para ella-)

Ella es mi hilo rojo...
Está conectada a mí...
Estoy conectado a ella...

Sigue permanentemente un cariño de todo lo que hemos sido...
Nos deseamos mutuamente lo mejor, queremos que nos pase lo mejor en el amor, éxitos personales...la vida en sí...

Solíamos creer que estábamos destinados a ser, y la verdad es que hoy día nos llevamos mejor a la distancia...

Es mi hilo rojo, no porque lo hayamos intentado un sin fin de veces, sino por todo lo que representa ella misma, por todo lo que me ha hecho llegar a sentir...

A pesar de todo lo que hemos pasado, sé que estará para mí cuando más lo necesite...
Ella sabe que también estaré ahí para ella...

Es mi hilo rojo...lo mejor de mi vida pasada...
Probablemente no encuentre algo que me haga sentir igual, y quizá mi amor sea más difícil de conseguir con el tiempo, pero cada vez que sepa que está bien, no evitaré sentirme feliz por alguien que en su momento quise con todo mi ser...


...Algún día nos volveremos a ver...
...Lo sé...
...Y en ese instante, el tiempo durará 
mucho más que un instante...
...Lo prometo...









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