Cuando anduve perdido en un momento de mi vida, fue que
recurri a visitiar a un psicologo...
Un dia luego de contarle algunos de mis problemas y mis
penas, me dijo una reflexion que hizo eco en mi interior...
"...Las desgracias nos hacen hervir como el agua...Si somos
como el huevo nos endurecemos e insensibilizamos; en
cambio si somos como la papa, saldremos del trance blandos
y maleables..."
Quizá le haya sonado muy extraño a Dios, pero muchas
veces le he implorado: "...Señor mío, hazme una papa..."
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