Entonces
él decidió escribir las horas que se le escurrían de la mesa…
Esperaba
como espera cualquier hombre…lleno de ansiedad y una extraña sensación de
abandono…
No podía permitirse una historia triste nuevamente…la cadena de corazones rotos ya era muy larga y él solo aspiraba a terminar con esa mala racha...
No podía permitirse una historia triste nuevamente…la cadena de corazones rotos ya era muy larga y él solo aspiraba a terminar con esa mala racha...
Ella
lo observaba a través de la seguridad del cristal, no sabia y no quería saber
que la mantenía anclada al otro lado de la acera…solo veía como aquel hombre
tomaba el café y perdía la vista al techo…
Ella,
la de los mil errores, no quería uno más…presentía que no podría lidiar con el
dolor de un fracaso más…pues en sí, ya no tenía más corazón que romper, pero sabía
que en este juego uno termina apostando lo que ya no tiene...
Él tomaba el café y después de cada sorbo soltaba un suspiro que liberara la tensión…
Él
sabía lo que quería…la quería a ella…pero él no sabía si ella lo miraba de la
misma manera…
Ese
pequeño paréntesis de duda era más que suficiente para quebrar su espíritu…y
todo era acentuado por cada minuto que pasaba y ella no aparecía...
Ella
que fumaba cigarrillo tras cigarrillo observándolo y pensando:
“¿lo
quiero?...¿O solo lo quiero querer?”…
Sabía
que el tiempo convertía a la soledad en una pesada losa que no podía darse el
lujo de cargar y mucho menos en tacones…
Entonces
ella no entendía por qué no podía atravesar la acera…entrar en el café…y darle
lo que él pedía…
Compañía…
Comprensión…
Afecto…
Porque
al final, ella no sabía que quería aquel hombre que se encontraba sentado en
aquel café del centro de la ciudad…
Realmente
ella desconocía lo que quería…
Al
final, ella se sentía ser solo una marioneta que era movida por las ganas de
estar, de ser, de sentirse ese alguien de alguien más…
Entonces…
¿por qué no podía correr hacia él, cerrando los ojos y dejarse ir?...
Él, y las ganas de ser un todo para ella…y un silencio que le impedía decírselo…
Ella,
y el miedo de no ser más ella junto a él...
Y
viceversa…