domingo, 2 de marzo de 2025

Las personas tal como son



Cuando finalmente pierdes el vínculo emocional con alguien, es como si se levantara un velo y comenzaras a verlo como realmente es:

simplemente normal. 


La chispa que alguna vez viste en esa persona, la magia que atribuiste a su presencia, se desvanece y, de repente, aparece como siempre fue:

humano, con defectos e imperfecciones. 


Es un momento profundo en el que te das cuenta de que no era necesariamente esa persona quien era extraordinaria, sino el amor y la energía que volcaste en la conexión que la hizo parecer tan especial.


Verás...el amor tiene una forma de mejorar a las personas. 


Cuando estás emocionalmente involucrado, no solo estás viendo a una persona; estás viendo un reflejo de tus sentimientos, esperanzas y sueños en ella. 


Tu afecto magnifica sus buenas cualidades, a menudo enmascarando o minimizando los aspectos que pueden no estar alineados contigo. 


Es como si estuvieras iluminando a esa persona y, con esa luz, brilla. 


Pero una vez que esa luz se desvanece, una vez que tu vínculo emocional se afloja, comienzas a notar las sombras, las cosas que tal vez hayas pasado por alto antes.


Esto no quiere decir que la persona no fuera valiosa o significativa en tu vida. 


Es solo que, sin la lente del apego, finalmente la estás viendo con claridad, sin las emociones intensas que alguna vez nublaron tu perspectiva. 


Es tu amor, tu energía y tu capacidad de cuidar lo que la pintó de colores que no necesariamente poseía por sí sola.


¿Y esa comprensión? 

Es liberadora. 


Porque te devuelve el poder. 

Entiendes que nunca se trató de que la persona fuera excepcionalmente especial por sí sola, se trataba de ti y de la profundidad del amor que tienes para ofrecer. 


Tienes el poder de crear belleza y significado en tus relaciones con la energía que elijas invertir. 


Y si pudiste hacer eso una vez, puedes hacerlo de nuevo, con alguien que realmente valore y corresponda esa energía.


Esto también abre una comprensión más profunda de la autoestima. 


Es un recordatorio de que el amor que das tiene un valor inmenso. 


Es una fuerza que puede transformar incluso la conexión más ordinaria en algo extraordinario.


Entonces, si una relación ha terminado o si un vínculo se ha desvanecido, no te obsesiones con la pérdida de esa persona. 


Reflexiona sobre la increíble capacidad que tienes para llevar luz a la vida de las personas y siéntete orgulloso de ello.


Ahora, de cara al futuro, tienes la oportunidad de ser más consciente de hacia dónde diriges esa energía. 


Puedes elegir invertir en personas que realmente vean y aprecien tu particularidad, en lugar de depender de ti para elevar la de ellas.


Reconoce que eres tú quien tiene el poder de hacer que cualquier relación sea vibrante y significativa. 


Tu amor, tu energía, es un regalo, y debe darse a quienes lo honran y lo reflejan.


Por lo tanto, cuando alguien ya no te parezca tan importante como antes, tómatelo como una señal de que estás evolucionando. 


Estás viendo las cosas con claridad y sabiduría.


No se trata de su valor, se trata de tu crecimiento. 


Deja que esa claridad te guíe hacia conexiones donde la magia fluya en ambos sentidos, donde tu luz se reciba con igual brillantez.


Al final, lo más especial nunca fue esa persona...

Siempre fuiste tú.





martes, 11 de febrero de 2025

Me hubiera quedado una eternidad



Pocas veces he puesto a personas en mi futuro deseando que  sean eternas...

Y vos fuiste uno de esos futuros fallidos con el que soñé para siempre...el que pensé que nunca se acabaría...

Eras los ojos que quería ver todas las mañanas de mi vida...

Eras las manos que imaginé me sostendrían para siempre...

Eras la esperanza de morar en un corazón ajeno...

Eras la sonrisa que deseaba contemplar eternamente...


Y aposté mi vida a tu lado...


Pensé que nuestro amor provenía de una fuente inagotable de vida, en la que la eternidad si es cierta, y los amores fugaces son puro cuento...


Pero las olas de tu olvido derribaron mis ilusiones, y el futuro incierto acabó con todo aquello...

Cada ladrillo fue derribado...

Colapsaron los muros que amurallaban nuestros sentimientos...

Y todo ese sentir inmenso pereció entre la monotonía y tus decisiones vacías de mí...


Fuiste el futuro mejor planeado...

La ilusión de querer vivir en ti para siempre...

Ver cómo la muerte acababa con lo nuestro...y posiblemente más allá de eso me permitieras amarte...

Quizás más allá de cerrar nuestros ojos seguiría muriendo por ti y creyendo que si existe el amor eterno...


Fuiste eso que quería fuera de a deveras...

Con lo que uno sueña cuando se es adolescente...las mariposas alborotadas...el dolor en el pecho por perderte...


Para por último aceptar que hay amores que no están destinados...

Que solo no se nació para estar juntos...

Que no hace falta morir para que el amor acabe...

Que no mueres de amor aunque una despedida cale profundamente...


Te hubiera amado para siempre, pero lo que mucho se planea termina no siendo...

Me hubiera quedado a tu lado una eternidad...pero nada es eterno...

Todo cambia...

Todo acaba...



martes, 4 de febrero de 2025

Una mentalidad inquebrantable



Cuando pasas por tu peor momento solo, algo dentro de ti cambia para siempre...

Aprendes que la gente viene y va. 

Que las promesas se rompen. 

Que la ayuda rara vez llega cuando realmente la necesitas. 

Y cuando finalmente sales de ese infierno, te das cuenta de que ya no te importa quién se queda o quién se va. 

Porque entendiste que al final, la única persona que estará contigo en cada batalla, en cada caída, en cada momento oscuro, eres tú mismo.

Descubres que la dependencia emocional es una ilusión y que esperar que otros llenen tus vacíos es una pérdida de tiempo.  

Cuando superas el peor dolor sin nadie a tu lado, te vuelves imparable.

Dejas de rogar por validación, dejas de buscar aceptación y comienzas a enfocarte en lo único que realmente importa: tu crecimiento, tu propósito, tu fortaleza.  

Las personas que merecen estar en tu vida llegarán sin que tengas que pedirles que se queden. Y las que no, simplemente se irán, sin que eso afecte tu camino.  

Así es como se forja un hombre de verdad.

En la soledad, en la lucha, en el fuego de la adversidad...

Y cuando sales de ahí, sales con algo que nadie te puede quitar: una mentalidad inquebrantable.



jueves, 23 de enero de 2025

Siempre estaré enamorado de la mujer en la que nunca te convertirás

 


Cuando estas en una relación con alguien a quien ves con tanto potencial...


Conectas con su alma...


Y sabes quien podrá llegar a ser...o quien debería ser...


Y resulta que por los propios traumas de su niñez y problemas sin sanar, no esta capacitada a ser quien esta destinada a ser...o quién podría ser...


Y opera a una frecuencia de energía más baja de la que debería...


Y usa una armadura...una máscara...de alguien que no es realmente quien vos en el fondo conoces...


Y sabes que podría tratarte mejor y que el amor podría ser mucho más fuerte y especial...


Y sabes que esta relación podría ser mucho más...


Porque?...porque lo ves...porque lo sientes...


Pero porque esa persona no esta dispuesta a recibir ayuda, nunca será su mejor versión...


Y entonces uno puede quedarse y estar enamorado por siempre con quien esa persona podría posiblemente convertirse algun día...


O puedes seguir adelante, y apostar por otra cosa...


Porque no quieres desperdiciar tu tiempo y tu vida esperando a que alguien se convierta en algo que quizas nunca llegará...


Creo que a un monton de nosotros nos pasa eso...


Estamos enamorados del potencial de esa persona...y no de la realidad...












jueves, 16 de enero de 2025

La leyenda del hilo rojo...


Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al dedo meñique.

Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos.
Por eso, también el hecho de hacer promesas en algunos países al entrelazar estos dedos con el otro.

La historia en sí cuenta que entre dos o más personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un «hilo rojo», que viene con ellas desde su nacimiento...
El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas...

Una de las leyendas sobre este hilo rojo cuenta que un anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.


Siendo menos fantasiosos, Paulo Coelho dijo:


“Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos…
Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella…
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre...
Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán, siempre, alcanzar un final feliz...
Hasta que cierto día dejarán de intentarlo…se rendirán...y buscarán a esa otra persona que acabarán encontrando.
Pero les aseguro que no pasarán una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más…
Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estaban leyendo esto, les ha venido su nombre a la cabeza...
Se librarán de él o de ella, dejarán de sufrir, conseguirán encontrar la paz (la sustituirán por la calma), pero les aseguro que no pasará un día en que deseen que estuviera aquí para perturbarlos.
Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias”


Recuerden:

“UN HILO ROJO INVISIBLE CONECTA A AQUELLOS QUE ESTÁN DESTINADOS A ENCONTRARSE...
SIN IMPORTAR TIEMPO, LUGAR O CIRCUNSTANCIAS...
EL HILO ROJO SE PUEDE ESTIRAR, CONTRAER O ENREDAR, PERO NUNCA ROMPER”...



martes, 14 de enero de 2025

Mientras lo lindo duró, fue para siempre...


No funcionó...

Nos perdimos en el viaje...

Nos sobraba todo y nos faltaba tanto...



Pero yo siempre nos voy a recordar así...

Abrazados en la cama...

Vos en la tranquilidad de mi abrazo y yo en la nube de ilusión a la que me llevaba el perfume de tu cuello...



No voy a recordar las discusiones, las lágrimas en silencio, las palabras que nos faltaron...

No voy a recordar que tú seguiste tu camino, yo el mío y que la vida nos hizo volver a ser dos desconocidos...



Yo siempre nos voy a recordar así...

Vos mirándome...

Yo mirándote...

Como nunca jamás vamos a volver a mirar nadie...

Y con eso me quedo...



Si me preguntan por tí, voy a decir la verdad...

Que no sé dónde estás...

Pero que donde sea, yo deseo que seas feliz...

Porque contigo aprendí, lo que quería y lo que no...

Porque cambiaste mi forma de ver el amor, pero mucho más de sentirlo...



Yo no quiero recordar los malos ratos, la parte triste...



Yo siempre nos voy a recordar así...

Con el corazón en la mano creyéndonos invencibles...



No me quiero acordar que al final no lo éramos...

Y vaya uno saber que, pero algo nos venció...


Porque en algún momento...

Alguna canción...

Algún lugar...

Alguna copa de más...

Algo te va a volver a traer a mi mente...

Y yo voy a sonreír...

Porque no importa si no funcionó...

Mientras lo lindo duró...

Fué para siempre....






domingo, 12 de enero de 2025

Les voy a decir una verdad



Les voy a decir la verdad...

No quería irme.

Sí, sabía que no me convenía...

Sabía que no me merecía...

Lo veía...

Lo entendía...

No era el miedo lo que me retenía...

No...

Tampoco creía que sin ella no podría seguir...

No era el qué dirán...

Ni el dinero...

Ni la casa...

Ni los recuerdos...

Ni siquiera la soledad...

Era yo...

Yo no quería dejarla...

Era yo quien no quería dejarla... 

No quería irme...

Y no era miedo a empezar de cero...

(sé muy bien que puedo hacerlo)

No tengo miedo a reinventarme...a caer...a levantarme...

(lo he hecho antes, y esa no era la razón)

Ni siquiera era lo que los demás pudieran decir de mí...

(porque eso hace tiempo dejó de importarme)

No es que no supiera que seguir significaba seguir sufriendo...

Lo sabía...

Lo tenía claro...

Era yo quien no quería soltarla...  

No quería...

Pero cuando uno no quiere dejar, siempre encuentra una excusa...una razón para aguantar...para no soltar...

¿Y saben qué?...yo no quise... 

Y no era incapacidad...

No era dependencia...

No era debilidad...

Era que, a veces, uno decide no irse...

Porque a veces uno no se va...

No porque no pueda...

Sino porque no quiere...

Y cuando uno no quiere...

Y cuando el corazón se aferra...  

No hay fuerza...

Ni consejo...

Ni evidencia que te mueva...


(Yo no quería viejo!!!)


Y tampoco era porque pensara que no podría seguir sin ella...

Podría...(claro que podría)

Pero no quise...

Yo no quise...

No quise...

No quería irme...

No quería soltarla... 

No quise soltar su mano...

Y la seguía eligiendo aunque me destruía...  

La seguía eligiendo aunque supiera que no quedaba nada por salvar...

«Puede mejorar», 

«Aún hay tiempo».  

Pero en el fondo, lo sabía...

Lo sabía...

Les voy a decir la verdad...

No quería irme...

No era el miedo lo que me retenía...

No era que no pudiera vivir sin ella... 

Era yo...

Así es esto...

A veces uno se queda por amor...

Y otras veces,  uno se queda por amor con una pizca de terquedad....